La historia del sueño de River con Luis Suárez: tan cerca y tan lejos

Con la eliminación se terminó la ilusión: Lucho dijo no va a venir, al mismo tiempo que admitió que ya casi tenía hechas las valijas...

"No había nada que me sedujera más que River. Si avanzaba, había muchas posibilidades de que fuera...”.Si los hinchas de River seguían maldiciendo a Tobar, al VAR y a la Conmebol por el gol de un Suárez, se lamentaron como nunca al escuchar al otro Suárez admitiendo que no haber superado a Vélez los dejó sin la chance de ver a semejante figura mundial con la Banda roja. Porque fue así.

Un Pistolero que no recibió ninguna propuesta de algún top six de las principales ligas europeas como pretendía tenía decidido aceptar la oferta que le acercaron Francescoli, Gallardo y Brito.

A Enzo fue a quien le comunicó este jueves cerca de las 10 de la mañana, con mucho pesar, que el sueño había terminado."Para mí era un privilegio, un orgullo, haber tenido esa posibilidad que con las conversaciones que fuimos teniendo, como contó Marcelo, fue una de las que más me motivó", reconoció el futbolista mientras los fanáticos millonarios, que durante el último mes habían estado pendientes del minuto a minuto de esta novela como nunca antes les había pasado con otro futbolista, se agarraban la cabeza.“Se cae por lo deportivo, nada más. Tenía muchas expectativas, me motivaba ganar la Libertadores, hasta se llegó a un preacuerdo, pero al quedar eliminado...”, reflejó Lucho lo que le costó al equipo de Gallardo no haber dado la talla en Liniers. Porque ese “interés, interés, interés” que desde River le empezaron a manifestaron a fines de mayo pese a que días antes había declarado que su prioridad era seguir en Europa terminó cautivando al máximo goleador de la selección de Uruguay, a quien a los 35 años y tras un toilette quirúrgica en su rodilla derecha, de a poco todo le empezó a cerrar.

Porque en su propósito de llegar a tope al Mundial, River le ofrecía una puesta a punto de la mano de un entrenador al que admira y del que conoce su exigente calidad de trabajo. Porque ningún club del Viejo Continente, además, le hubiera brindado la chance de interrumpir su vínculo a los seis meses (que en realidad eran tres y pico: hubiera llegado a mediados de julio y su habría ido a fines de octubre).Y porque pese a que lo económico ya no lo moviliza, desde las oficinas del Monumental no escatimaron y le ofrecieron un contrato y un premio por ganar la Libertadores a la altura de lo que representa.

"El jugador necesita cariño, que lo quieran. Y que te quieran constantemente, te ilusiona”, agradeció los mimos casi al mismo tiempo que se lamentó de que los dirigentes de Nacional, el club de sus amores, no hayan tenido la misma iniciativa que los de este lado del charco.Suárez reconoció que no había puesto condiciones (los octavos de Copa no los hubiese podido jugar porque hasta el 30 de junio tenía contrato) y también que ya pasó su hora en clubes como el Atlético de Madrid (“si hubiera seguido, habría tenido otros números”) o el Barcelona (“contrata jugadores jóvenes de elite”).

Y hasta aceptó que desechó a grandes equipos brasileños “porque allá se juega muy seguido y yo soy muy familiero”.Lucho, en definitiva, estaba para River. Y River, en estas irrepetible circunstancia de días que anteceden a una Copa del Mundo, estaba para Lucho.

Pero no se dio. “Tenía predisposición para ir a ser uno más. Me conocen y saben que iba a ir a ser competitivo y a ganar. Con Gallardo, agradecido. Que un entrenador de esa trayectoria preste atención a que uno quiera ir a jugar a River, es un halago”, confesó en Espn con la admiración de un principiante el crack que estuvo tan cerca y hoy, para espina de los hinchas, está tan lejos.

FUENTE OLE.COM.AR