Entre las víctimas está Nicolás Cabezas, hijo de un supuesto jefe narco asesinado en 2015. Los hombres recibieron más de 15 disparos, y el caso es uno de los más violentos en años.
Los cuerpos de Nicolás Cabezas, de 34 años, y Martín Juan, de 35, fueron hallados en un vehículo con pedido de secuestro. Las autoridades apuntan a un ajuste de cuentas, posiblemente relacionado con actividades delictivas previas.
En la madrugada de ayer, un trabajador rural encontró los cuerpos de dos hombres acribillados a balazos dentro de un auto abandonado al sur de la Ruta 22, en General Roca. Una de las víctimas fue identificada como Nicolás Cabezas, hijo de un presunto jefe narco asesinado en 2015, mientras que el otro fallecido era Martín Juan, miembro de la comunidad gitana de Neuquén.
El vehículo, un Toyota Yaris con pedido de secuestro desde 2023, estaba ubicado en la intersección de las calles Lácar y Adaro. Según la investigación preliminar, los hombres recibieron más de 15 disparos, en su mayoría dirigidos al cuerpo de Cabezas.
Los vecinos reportaron detonaciones cerca de las 5 de la madrugada, mientras un habitante de la zona, al dirigirse a su trabajo, descubrió la escena y dio aviso al 911.
Los investigadores barajan la hipótesis de un ajuste de cuentas.
Sospechan que los atacantes dispararon desde ambos lados del auto, lo que sugiere una emboscada planeada. Además, se investiga si el doble homicidio está relacionado con un robo reciente a una empresa de transporte en la misma zona, donde un grupo armado sustrajo 300 mil pesos tras no encontrar una suma millonaria que buscaban.
El caso, que ya es considerado uno de los más violentos de los últimos años en la región, sigue bajo la órbita de la fiscal Julieta Villa. La conexión entre este hecho y el asesinato del padre de Nicolás Cabezas en 2015 refuerza las sospechas de un trasfondo ligado al narcotráfico y ajustes de cuentas en el submundo delictivo.
