Después del papelón, Berardi asumió que no había ningún motivo para seguir en la presidencia radical.
Su salida expresa el enojo de todo el partido por la maniobra que alentó el senador Miguel Pichetto de bajar la nómina que integraban Cascón, María José Manonelles y Pedro Casariego, y que encontró plafón en la conducción nacional de la UCR y la cúpula del PRO.
Berardi adelantó ayer por WhatsApp su salida. Allí manifiesta su malestar con el presidente nacional del partido, Alfredo Cornejo, y la conducción nacional por haber resuelto bajar la lista de senadores a espaldas de la UCR local.
Parte de esa conducción nacional es el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que ayer estuvo en Bariloche recorriendo el INVAP con su par rionegrino Alberto Weretilneck, el principal beneficiado de la decisión de Juntos por el Cambio.
Ayer, Cascón logró tener un contacto con Morales, pero no tuvo resultado positivo y le ratificó la decisión nacional. La única alternativa que le dio, fue presentar igual la nómina, pero por fuera de Cambiemos.
Berardi expondrá estos argumentos hoy, y los repetirá ante la conducción nacional.
El presidente del partido también hará foco en las deslealtades radicales y los personalismos, en las elecciones provinciales y municipales.
La decisión ya fue comunicada a los vicepresidentes: la diputada nacional Lorena Matzen, y el intendente de Fernández Oro, Mariano Lavin. ADN