
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump confiscó un segundo avión perteneciente al régimen del mandatario venezolano Nicolás Maduro que actualmente se encuentra en la República Dominicana.
Rubio se desplazó a una pista de aterrizaje militar de la capital, Santo Domingo, donde, ante las cámaras, un fiscal de la República Dominicana y un representante de las fuerzas de seguridad estadounidenses pegaron juntos un cartel que decía “incautado” en el avión Dassault Falcon 200 de matrícula YV-3360 con bandera venezolana.
El avión que utilizaba la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, fue detenido inicialmente por las autoridades dominicanas el año pasado, cuando Joe Biden todavía estaba en la Casa Blanca, pero el proceso para que EEUU lo confiscara por aparentes violaciones de las sanciones se completó solo después de que Donald Trump se posesionara en el cargo. Rodríguez no estaba en el avión en ese momento.
El avión es un Dassault Falcon 200 que ha sido utilizado por Maduro y altos asesores suyos —incluidos su vicepresidente y ministro de Defensa— para viajar a diversos países, entre ellos Grecia, Turquía, Rusia y Cuba, en lo que el gobierno de Trump dice son violaciones a las sanciones de Washington, según el documento.
De acuerdo con el gobierno estadounidense, el aparato fue igualmente utilizado en 2019 por el entonces ministro de Petróleo, Manuel Quevedo, para asistir a una reunión de la OPEP en Emiratos Árabes Unidos.
La incautación pone de relieve las visiones encontradas sobre Venezuela dentro del gobierno de Trump. Algunos funcionarios buscan la ayuda de Nicolás Maduro en temas de inmigración, mientras que Rubio y otros favorecen un enfoque de línea dura hacia el líder que EEUU acusó de robarse las elecciones en julio pasado.
La semana pasada, el enviado especial Richard Grenell logró la liberación de seis ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, junto con el compromiso de Maduro de aceptar vuelos de deportación desde EEUU. Fue una victoria temprana para la administración, dados sus esfuerzos por aumentar las deportaciones y la negativa anterior de Maduro a recibir dichos vuelos.
