
El Banco Central concretó una nueva operación de endeudamiento por 2.000 millones de dólares, esta vez con siete bancos comerciales internacionales. Se trata de un mecanismo conocido como REPO, que consiste en entregar títulos Bopreal como garantía a cambio de dólares, los cuales serán utilizados para avanzar con el cumplimiento de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esta es la segunda operación de este tipo que realiza la gestión de Javier Milei. En diciembre pasado, el Banco Central ya había tomado un REPO por 1.900 millones de dólares, aunque en ese caso solo 800 millones ingresaron efectivamente a las reservas internacionales, ya que parte del crédito se destinó a la compra de bonos del Tesoro de Estados Unidos, también utilizados como garantía colateral.
En esta nueva colocación, el BCRA no detalló cuántos títulos entregó ni si se utilizaron otros activos en garantía, como sí sucedió en la operación previa. Sí se informó que la tasa de interés a pagar será equivalente a la SOFR (tasa de referencia internacional en dólares) más un margen de 4,5%, lo que da una tasa efectiva del 8,25% anual. Este nivel es apenas inferior al 8,8% del REPO anterior.
El objetivo principal de esta operación es sumar reservas brutas para acercarse a la meta de acumulación comprometida con el FMI. Desde que se firmó el acuerdo, las reservas crecieron en 14.330 millones de dólares, pero la deuda contraída para lograrlo fue incluso mayor: 15.409 millones, lo que significa una pérdida neta de 1.079 millones en menos de dos meses, además del aumento en la carga por intereses.
Además de la deuda con bancos, el Gobierno continúa ampliando su estrategia de endeudamiento con instrumentos dirigidos a inversores extranjeros. Este miércoles, la Secretaría de Finanzas anunció la reapertura del Bono del Tesoro Nacional (BONTE 2030), originalmente emitido a fines de mayo por 1.000 millones de dólares. Ahora, se sumarán otros 500 millones en una nueva licitación prevista para el viernes 13 de junio.
Aunque estos bonos son suscriptos en dólares, se pagan en pesos, lo que facilita operaciones de carry trade para inversores. El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó que este tipo de colocaciones se repetirán mensualmente por montos similares. Aunque los dólares obtenidos por el Tesoro no forman parte de las reservas netas del BCRA, sí computan como reservas brutas al quedar depositados en la entidad monetaria.
En paralelo, el Gobierno deberá afrontar el próximo 9 de julio un vencimiento importante por 4.400 millones de dólares en servicios de los bonos Globales y Bonares. Si bien el mercado descuenta el cumplimiento de estos pagos, persisten las dudas respecto de la sostenibilidad de una estrategia basada exclusivamente en endeudamiento sin acumulación genuina de reservas.
