Arde el Amazonas: el pulmón del mundo lleva 18 días bajo fuego

Entre enero y lo que va de agosto se registraron 72.843 focos intermitentes de incendios forestales por la “política de desarrollo” del presidente brasileño para la agricultura y la minería.  Bolsonaro argumentó que "es la temporada de incendios" y bromeó: "Me solían llamar capitán Motosierra y ahora soy Nerón incendiando el Amazonas".

Foto (Gentileza)

La Amazonía, de Brasil, el pulmon de nuestro planeta, durante más de 18 días, fue el epicentro de un incontenible incendio forestal. La expansión del fuego y del humo han sido y son un peligro inminente tanto para los bosques tropicales como para los animales que coexisten en el interior de su frondoso bosque. Sobre todo, los grupos indígenas, quienes también han sido perjudicados.

El Amazonas abarca el 40% de países de Latinoamerica, entre estos Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y Brasil, en este último se ubica el 60 % de su extensión.

Desde hace 18 días el Amazonas se quema y ya se vislumbran los catastróficos efectos medioambientales del este siniestro considerado el más grande desde 2013.

El Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) dijo este martes que entre enero y agosto de 2019 se han registrado 71,497 focos de incendio en Brasil, lo que equivale a un 83 % más que el registrado durante 2018.

Del total de focos de incendio, el 52.5 % fueron detectados en la selva amazónica.

El presidente Jair Bolsonaro insinúa que organizaciones no gubernamentales (ONGS) pueden estar detrás del mayor siniestro registrado en los últimos años.

"Quizás -y no lo estoy afirmando- las ONG están llevando a cabo acciones criminales para atraer la atención en mi contra, contra el gobierno de Brasil", dijo Bolsonaro en un video publicado en su cuenta de Facebook. "Esta es la guerra que estamos librando".

La insinuación del líder de la ultraderecha surgió en momentos en que densas nubes de humo provenientes de la Amazonía se extienden sobre importantes ciudades del mayor pulmón vegetal del planeta y hasta llegan a enormes centros urbanos, como la ciudad de Sao Paulo.