
Habían pedido autorización para cultivar marihuana para preparar aceite, una jueza los autorizó, pero luego el permiso fue revocado en la instancia de apelaciones. En ese último fallo, se instaba al Estado a proveerle a Joaquín el aceite que necesitaba, algo que tampoco sucedió. Ahora los padres dicen que volverán a cultivar.
Los familiares de un niño con síndrome de Tourette solicitaron ante la Justicia Federal rionegrina que nuevamente se los autorice al autocultivo de cannabis para uso medicinal, luego de vencerse los plazos impuestos por la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca que revocó el permiso otorgado por la Jueza Mirta Filipuzi.
El fallo de la Cámara, integrada por los jueces Mariano Roberto Lozano, Richar Fernando Gallego y Ricardo Guido Barreiro, indicaba -en mayo pasado- "emplazar al Estado Nacional a proveer cautelarmente en un plazo de 10 días el aceite de cannabis en la cantidad y calidad necesaria para atender las necesidades del niño", por medio de las autoridades sanitarias, y resolvía "dejar sin efecto la autorización para cultivo de plantas de cannabis".
"Hoy los plazos vencieron, la familia de Joaquín cumplió con todas las especificaciones que les impuso la Cámara y lo que quedó acreditado es que el Estado Nacional no tiene la voluntad ni la vocación de cumplir, exponiéndolos a la clandestinidad", dijo a Télam el legislador del Frente de Todos, Nicolás Rochás, que acompaña a la familia en el trámite judicial.
La nueva presentación, en este caso también es asistida por la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), aseguró Rochás.
La abuela del niño, María Eugenia Suar, dijo que "ningún juez, ningún fiscal ni ningún médico pudo decir en el expediente que esta medicina no es la adecuada para Joaquín, entonces es el Estado que debería proveernos, pero ni cultiva, ni investiga, ni produce".
