Sigue prófuga la mamá de Sofía tras sacarse la tobillera electrónica

La mujer  tenía prisión domiciliaria en una chacra de Chichinales. Está acusada junto a su pareja de la muerte de su hija de tres años, que sufrió distintos tipos de abusos, desde maltrato físico hasta abuso sexual.
 

Foto (Gentileza)

La mujer que junto a su pareja,  golpearon, violaron  y dejaron morir a su pequeña de tres años por falta de atención,  se fugó de una chacra en Chichinales donde cumplía con el beneficio de  prisión domiciliaria, otorgada por el Juez de Garantías de General Roca, Maximiliano Camarda.

Neira y su pareja,  que está detenido en Viedma,  están siendo investigados por el maltrato físico y psicológico que le propinaron a la pequeña en reiteradas oportunidades entre octubre de 2018 y febrero del 2019, en el domicilio que habitaban en Lamarque.

Según el informe de Fiscalìa, “el hombre abusó sexualmente de la nena, en varios oportunidades, aprovechando su calidad de guardador y conviviente, sin oposición de la madre, y a consecuencia de ello, la niña contrajo “trichomonas vaginalis”.

Anteriormente, ya habían violado una orden de la Juez de Paz de Lamarque que ordenaba  a ambos imputados la” prohibición de realizar actos que comprometan el adecuado desarrollo físico, emocional o cualquier otra violación de los derechos de los niños y niñas, medida dictada para resguardar tanto a la niña fallecida como a sus dos hermanitos”.

La fiscalía además proporcionó el dato que en enero de este año, tanto el padrastro como su madre le dieron a la nena golpes en la zona abdominal que fue el punto de partida de la peritonitis sufrida.

“Esto derivó en un síndrome de disfunción multiorgánica por shock séptico y que produjo su muerte. La niña no fue asistida ni por su madre ni por el hombre, pese a que por varios días presentó dolor abdominal, vómitos y fiebre.

No la llevaron inmediatamente a un centro de salud y, a consecuencia de todo este devenir descripto, abandonaron a la nena a su suerte, y por dicho abandono, es que falleció”, en el Sanatorio Juan XXIII.