Gran muestra de superación de Andrea en la Regata del río Negro

La deportista Andrea Bracamonte que convive con una discapacidad motriz disfrutó un año más de correr la Regata del Río Negro. "Fue tocar el cielo con las manos. En el río somos todos iguales", afirmó.

Foto (Gentileza)

En cada edición corre como si fuera la primera vez, “todas las etapas son conocidas, pero el río nunca es el mismo y la regata nunca es igual”, sostuvo Andrea y agregó que “este certamen es una leyenda, la primera vez que participé me recibí de palista y cada vez que vengo revalido ese título”.

La deportista convive con una discapacidad motriz que la obliga a trasladarse en silla de ruedas. El Consejo Provincial para las Personas con Discapacidad la asiste en cada edición, trasladándola en cada una de las fases en un vehículo especialmente adaptado. “Para mí el deporte es todo. Cuando me preguntan mi ocupación, digo deportista, no empelada administrativa”, afirmó.

Andrea empezó a remar en el año 2009, y siempre fue su sueño participar de la Regata del Río Negro. A pesar de que le produce un gran cansancio físico, se prepara durante dos años para correrla “todos los años voy mejorando la preparación, porque la competencia siempre sorprende, y me lleva unos meses recuperarme del desgaste, por eso no puedo correrla todos los años”, afirmó al respecto.

“A aquellas personas con discapacidad que quieren comenzar un deporte pero no se animan, les digo que lo hagan, que prueben. No es necesario que sea competitivo, pero que se animen a empezar”, resaltó.