“Existe una cosificación del otro que me hace pensar que yo puedo hacerle cualquier cosa”

El habitual registro de hechos de violencia llevo a Gustavo Marín, psicólogo, a explicar que una de las razones de las conductas violentas de estos tiempos tiene que ver con que “en vez de abrirnos al amor nos empezamos a cerrar, como a mí no me registran como un ser amoroso empiezo a registrar al otro como un objeto y lo trato como tal, le hago algo a una cosa”, lo que se puede sintetizar en un proceso de cosificación.   

El profesional aseguró que “frente a esta situación que vivimos, naturalizamos los hechos y vemos al otro como un enemigo, como un competidor, vivimos anestesiados, frente a lo cual hay un montón de cosas por hacer; la idea es incluir pero empezar primero por uno mismo”.

¿De dónde viene la violencia?, ¿Cómo registramos al otro?, ¿Qué puedo hacer yo por mi mismo? son  algunas de las preguntas que Marín sugiere realizar para intentar volvernos humanos y sensibles, en un contexto donde la educación no da lugar a lo afectivo, a las emociones y a los valores. “Tenemos que pensar que tipo de educación tenemos y no es que no tengamos que sentir nada, sentir indignación, bronca, dolor es positivo, es bueno sentir eso cuando nos damos cuenta que las cosas están mal”, concluyó.