Disturbios y represión en la frontera para impedir que ingrese la ayuda a Venezuela

Fuertes disturbios se registraban en dos puentes de la frontera de Venezuela con Colombia luego de que cuatro camiones y manifestantes intentaron romper el bloqueo militar para hacer entrar la ayuda humanitaria.

Militares y policías venezolanos lanzaron gases lacrimógenos y perdigones de goma a los manifestantes, dejando al menos una decena de heridos por el impacto de los artefactos, en los puentes Simón Bolívar y Santander, que comunican a la ciudades de San Antonio y Ureña (Venezuela) y Cúcuta (Colombia).

Un contingente de antimotines, con escudos y cascos, bloquearon la caravana de camiones con toneladas de medicinas y alimentos que intentaron ingresar desde Cúcuta, por el puente Santander, en Ureña.

Manifestantes los acompañaban a pie y sobre camiones, luego de que un primer grupo lograra romper las barreras y vallas puestas por los militares, para avanzar por el puente.
Mientras tanto, pese a que el autoproclamado presidente Juan Guaidó anunció que el primer camión con ayuda procedente de Brasil ingresó en territorio venezolano, finalmente no logró concretarse, ya que los camiones quedaron en un punto intermedio entre las dos aduanas.

Un primer camión llegó a media mañana hasta el punto donde están las banderas de los dos países y se estacionó junto a la de Venezuela. A inicios de la tarde un segundo camión se estacionó junto a él.

El lugar se sitúa a unos 300 metros de la aduana brasileña y a otros 300 del primer cordón militar venezolano, desplegado a unos 500 metros de la aduana de ese país.
A unos pocos kilómetros, en el puente Simón Bolívar, el principal paso peatonal entre ambos países, que une a San Antonio con Cúcuta, los uniformados también repelieron a manifestantes que trataban de abrir el cerco.

Varios de los artefactos cayeron en el lado colombiano del puente. "Los gases están siendo lanzados por la policía venezolana para repeler a los manifestantes", dijo.
La mayoría de manifestantes, algunos encapuchados, retrocedían cuando caían los gases y posteriormente volvían a la carga contra la treintena de policías venezolanos que defendían la línea divisoria entre ambas naciones.

Algunos, incluso, tomaron las vallas que separan los carriles para los pasos migratorios y las utilizan como barricadas.