Un mucamo, un chofer, una enfermera y una infectóloga cuentan el día a día en el hospital

“Nos tomamos un respiro en nuestra labor diaria para poner en palabras lo que vemos y lo que nos pasa”, dijo la directora del hospital de General Roca, Ana Senesi, ante una serie de testimonios de trabajadores, técnicos y profesionales abocados a contener a los pacientes con coronavirus.

Foto - Gentileza, archivo del personal de hospital de Roca

El día a día en el tratamiento del covid-19 en el hospital de Roca

5 personas: un mucamo, un chofer, una enfermera, una médica infectóloga y la jefa de la Unidad de Terapia Intensiva, le pusieron voz a lo que transcurre a diario en uno de los centros de salud claves de Río Negro.


- Verónica Curilén, Licenciada en Enfermería, Jefa de Enfermería del Servicio de Emergencias (SEM)

- Doctora Cristina Orlandi, jefa Unidad de Terapia Intensiva

- Víctor Hugo Ríos, Jefe de Choferes

- Laura Ulzurrún, médica infectóloga

- Damián Argat, mucamo sala de aislación para sospechosos




El virus es muy agresivo, los celulares pasaron a jugar un rol determinante en la lucha contra el virus, olvidarnos de las reuniones con familiares y amigos, los trajes de protección vuelven menos humano el contacto con los pacientes, son algunos de los temas que se abordaron. También dejaron en claro que, para que la cuarentena no sea eterna, no queda otra que acatar las recomendaciones. Y aflora además la certeza de que los trabajadores de la salud también forman parte de la pandemia y temen llevar la enfermedad a sus casas. Un mensaje común de todos es que se deben extremar las medidas de protección que hoy ya estamos tomando. Más higiene, más cubrebocas, menos salidas. Y surgieron precisiones sobre lo que representa el “contacto estrecho”, quizás el factor principal de propagación del virus. Esos fueron algunos de los tópicos que se resaltaron a lo largo de las charlas, cuyos párrafos salientes queremos compartir con la comunidad:

Verónica Curilén, Licenciada en Enfermería, Jefa de Enfermería del Servicio de Emergencias (SEM):

Tenemos que aprender que tenemos que aislarnos de nuestros afectos,  aislarnos de nuestras familias. Que no tengamos el contacto con nuestros seres es una etapa difícil, porque nosotros tenemos culturalmente arraigado el compartir el mate,  el abrazarnos,  el darnos un beso para saludar,  el darnos la mano, pero tenemos que aprender a quedarnos en casa,  a mantener el distanciamiento social, siempre con el tapa bocas. No hay que compartir el mate,  ni compartir las tasas, tampoco compartir los cubiertos con la gente que no pertenece a nuestro círculo cerrado con el que estamos haciendo el aislamiento.

Ante un caso sospechoso, el enfermero se coloca todos los elementos de protección personal. Nosotros realizamos la atención del paciente con antiparras y barbijos quirúrgicos,  y una vez que al paciente se lo determina caso sospechoso, además de estos elementos de protección,  nos colocamos el camisolín y los guantes.

Todos sabemos que este virus es mucho más infectivo que otros virus,  que la H1N1 por ejemplo, entonces de por sí el virus crea mucho temor, también en el personal de salud,  pero este temor nosotros lo fuimos disminuyendo y la gente trabaja hoy más más tranquila y más consciente utilizando todos los elementos con los que contamos. De esta manera nosotros podemos dar una atención en forma oportuna y segura a los pacientes.

Desde el inicio de la pandemia el servicio y todo el hospital se puso a trabajar principalmente en cómo colocarnos y,  fundamentalmente,  en cómo retirarnos los elementos de protección, y trabajamos en los protocolos para poder determinar quiénes son casos sospechosos y quién no, y esto brindó seguridad en la atención del paciente

Doctora Cristina Orlandi, jefa Unidad de Terapia Intensiva:

Lo que sabemos hasta el momento es que,  de la cantidad de gente que se infecte, el 80% va a tener síntomas leves, y probablemente lo transcurra -en el futuro-, en su domicilio porque actualmente todo el mundo se interna para aislar. Un 15% va realmente necesitar hospitalización porque va a necesitar o necesita porte de oxígeno y un 5% son cuadros graves. Ese 5% de cuadros graves,  ingresan a terapia intensiva porque probablemente necesitan ventilación asistida por un respirador, y  tienen alta mortalidad. Todavía no tenemos las cifras definitivas,  pero más de 50% de letalidad en ese grupo que va a terapia intensiva.

Sabemos que el cuadro es fundamentalmente respiratorio, que inicia con una neumonía muy grave,  que se que se llama distress agudo del adulto,  pero también sabemos que el daño es difuso e involucra al endotelio, qué es el recubrimiento de todos los vasos sanguíneos del organismo y tiene afectación grave en el cerebro, también gastrointestinal, y renal. Muchos hacen insuficiencia renal y requieren diálisis. En las últimas semanas sabemos que puede desencadenar cuadros de accidente cerebrovascular, o puede derivar en un compromiso cardíaco,  incluso en cuadros semejantes a los infartos agudos de miocardio.

Se le preguntó a la doctora, cuanto peso tiene la estrategia sanitaria y cuanto la responsabilidad individual para contener el avance del Covid-19, y esto respondió: 

El sistema sanitario se tenía que preparar con protocolos de trabajo,  con conocimientos de cómo manejar esta patología, y  eso fue muy importante en estos meses. Incluso la estrategia primero de contención y después de mitigación,  pensando en que la menor cantidad de gente se contagie en este momento.

Pero sabemos que esta la cuarentena no puede ser indefinida y que se tiene que liberar,  entonces la etapa que comienza depende de la responsabilidad de cada uno de nosotros, en el sentido de que protejamos a los más vulnerables, sobre todo las personas mayores y las personas con enfermedades previas. Esas personas tienen que tratar de no contagiarse.

El resto de la población la población joven,  a pesar de que sabemos que un gran porcentaje se va a contagiar,  tiene que cuidar a los más  vulnerables.  ¿De qué manera? Manteniendo la distancia social, respetando las normas de higiene,  con el uso del tapabocas y el lavado de manos,  eso es responsabilidad de todos.  O sea que en esta etapa, es  fundamental extremar las medidas que ya venimos tomando.  Porque lógicamente la gente que tiene que volver a salir a trabajar,  tiene que volver a salir a la calle,  pero con el tapabocas,  con la distancia de un metro o dos, con el lavado de manos,  cuidándonos y cuidando a los demás. Acatando las medidas que imponga salud pública y los expertos en lo que tenemos que cumplir,  para evitar que se enfermen los que no se tienen que enfermar,  qué son los que tienen riesgo de muerte.

¿Como fue en un principio hacer frente a los efectos del coronavirus?

Fue duro.  Ustedes tengan en cuenta que nosotros en cuidados intensivos estamos acostumbrados a la atención de pacientes graves y a un porcentaje de mortalidad razonable. Una unidad de terapia intensiva en el país tiene un porcentaje de mortalidad de aproximadamente el 20%. Pero esto es totalmente diferente.

Primero porque nosotros somos parte de la pandemia,  somos parte de la comunidad,  no somos ajenos. Nosotros volvemos a nuestra casa y llevamos el temor de enfermar a nuestros seres queridos. Por otro lado, la tasa de letalidad es mucho más alta y está por arriba del 50%. En nuestra experiencia en el hospital de Roca, de los pacientes graves,  murió el 75%,  cosa que nos afecta emocionalmente. Además se da una situación inédita, porque la familia no puede estar cerca de su ser querido.

El paciente no tiene el acompañamiento en una situación de gravedad, incluso en el momento de la muerte. Están alejados de sus afectos Y eso es muy conmovedor y muy duro para nosotros,  y tratar de ser el nexo entre la familia y el paciente a través de celulares fue la única oportunidad que tuvimos de contener al paciente que estaba despierto y a la familia que estaba lejos. Y eso lleva una carga emocional muy importante.

Eso más allá de que el trabajo nuestro no se hace de la manera habitual, sino que con protocolos,  con equipos de protección personal con los cual hay que trabajar, y es duro trabajar con todo ese equipo puesto. Un equipo que hay que sacarlo con normas estrictas,  porque en el momento de sacarlo es cuando más riesgo tenemos de enfermarnos Así que cambió nuestra vida,  cambió totalmente el paradigma (del trabajo en terapia).

Ustedes saben que antes los celulares estaban limitados prácticamente para la gente en el hospital,  incluso para el personal de salud. Teníamos momentos en que podíamos usar el celular,  pero no podía interferir en la tarea diaria,  en el cuidado del paciente, pero hoy es un aliado.

¿Y ahora en qué cambió?

A través de una tablet, o de un celular,  el paciente puede escuchar a su familia, verla si está despierto,  recibir los mensajes. Nosotros nos podemos comunicar para dar los informes y para contener a la familia.  E incluso lo hemos usado para anunciar la muerte. Así que hoy la tecnología es muy importante, como tener una buena velocidad de internet en los hospitales, para darle acceso a los pacientes.

Que puedan mantener videollamadas o comunicaciones telefónicas con su familia es fundamental,  y es una cosa totalmente nueva y diferente a lo que hacíamos hasta ahora,  o sea que aprendimos cosas. Cambiamos la cabeza y no sabemos por cuánto tiempo, por cuántos meses vamos a trabajar de esta manera.

Víctor Hugo Ríos, Jefe de Choferes: 

Tenemos que destacar del profesionalismo de parte de todos mis compañeros de trabajo. Que la comunidad se quede tranquila,  porque el nivel de profesionalismo puesto de manifiesto en esta pandemia (y por supuesto antes de la pandemia lo mismo) es  espectacular. Seguro algunos está recargado porque hay algunos muchachos que tiene más de 60 años, y entonces están de licencia, o porque tienen patologías crónicas,  y cubre el otro personal. Pero la verdad que los jóvenes que vienen empujando son un espectáculo,  están muy bien preparados porque hicieron los cursos de capacitación.

Laura Uzurrún, médica infectóloga:

Sumamente importante, tanto o más que usar los elementos de protección, es mantener la distancia social.  La idea está de mantenernos alejados unos de otros,  y si bien hay flexibilización,  y hay más actividades permitidas,  es importante seguir manteniendo la distancia con el otro.

Entonces el metro y medio, o dos metros con él con el otro,  es importante mantenerlo.

Si yo voy a un comercio a hacer algún trámite, debo respetar las líneas de distancia,  la distancia con mostradores,  no apoyarme y no tocar. Lo mismo hay que hacer en la vida cotidiana con amigos y con familia: seguir manteniendo esta distancia. No en  el hogar, pero si con aquellos con los que no convivimos. Si yo me encuentro con un conocido, por un amigo, con un hermano, en la calle.. bueno el beso y el abrazo quedará para otra oportunidad. 

¿Qué se considera contacto estrecho, algo que se pone como disparador de los contagios?

Contacto estrecho se considera a aquella persona que ha estado con un caso ya diagnosticado. Por ejemplo todas aquellas personas que conviven con una persona que fue confirmada con coronavirus, son consideradas contacto estrecho. ¿qué requisito Tenemos que tener para ser considerado contacto estrecho? Haber estado a menos de metro y medio,  sin la protección facial,  y haber estado por lo menos 15 minutos con esa persona. Pero además hay otras situaciones de contacto estrecho: si yo fui a la casa de mi vecino porque tenía un problema de wi-fi y estuve sin el cubrebocas,  y estuvimos los dos arriba del ruter tratando de hacerlo funcionar, eso es un contacto estrecho. Ahora si yo fui a dejarle a mi vecino una correspondencia que me llegó equivocada,  voy con el cubrebocas, golpeo la puerta,  se lo dejó y no nos abrazamos, ni nos acercamos y me vuelvo a mi casa en 5 minutos,  ese caso no es un contacto estrecho.

Entonces necesitamos haber estado más de 15 minutos sin el cubrebocas puesto. Ni hablar que estuve cinco minutos y me tomé dos mates compartiendo la misma bombilla. Ahí también se considera contacto estrecho, como también lo son todas aquellas situaciones en las que no se usan los elementos de protección adecuados.

Damián Argat, mucamo sala de aislación para sospechosos: 

Dentro de la habitación nosotros lo que hacemos,  la mayoría, es conversar para darle apoyo al paciente, decirle que todo va a salir bien,  que no se preocupen,  que estén bien anímicamente,  porque eso quiera,  la cabeza juega en contra.

Estando ahí adentro es complicado, porque tenés que contener el paciente y por lo menos cuando vos charlás con ellos,  te largan una sonrisa. Y les decimos que tienen que salir adelante. Ellos por ahí se sienten mal,  por haber hecho algo mal,  por no respetar o por simplemente compartir algo..  que es lógico,  porque se extraña el compartir. El mensaje todos los días lo repetimos,  todos los días Lo mismo de siempre… que se cuiden, que no estén en contacto, que se queden en su casa nada más,  que salgan muy poco.. muy poco!.