Séptima noche consecutiva de protestas contra el racismo policial por el asesinato de George Floyd


Miles de estadounidenses desafiaron el toque de queda y las amenazas del presidente Donald Trump. La Policía reprimió con gases lacrimógenos en Dallas, Atlanta y Washington.

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Miles de estadounidenses desafiaron el toque de queda y las amenazas del presidente Donald Trump y salieron anoche a las calles de varias ciudades para protestar por el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco, en una noche de furia que dejó miles de detenidos.

En Dallas, ubicada en el estado de Texas, la policía usó gases lacrimógenos para sofocar las protestas cuando los manifestantes llegaban al puente Margaret Hunt Hill, donde se registraron enfrentamientos.

Varios de los manifestantes que protestaban pacíficamente fueron arrestados, según informó la cadena de noticias CNN.

El toque de queda entró en vigencia a partir de las 19 en Dallas, pero sólo rige en algunas partes de la ciudad, por lo que los manifestantes marcharon bordeando esas zonas.

En Washington, en tanto, los manifestantes marcharon por las calles violando el toque de queda impuesto mientras al menos un helicóptero militar sobrevolaba la ciudad en un intento por dispersar a las multitudes.

El pico de tensión se vivió en las afueras de la Casa Blanca, donde la policía usó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar una multitud, algo que le permitió a Trump visitar la iglesia de Saint John, para lo que debió cruzar el parque Lafayette.

En contraste con el discurso presidencial, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, condenó a través de Twitter las acciones de la policía y calificó como "vergonzoso" y "sin provocación" el uso de gases lacrimógenos contra los manifestantes en las inmediaciones de la Casa Blanca.