"Mateo está bien, quizás para diciembre, y si Dios quiere, ya podamos volver a casa"

Tras un accidente doméstico, el niño de 12 años terminó con el 70% de su cuerpo quemado. En el medio tuvo COVID y ahora se enfrenta a una gran recuperación.
 

Foto - Gentileza

Vanesa Jaque, mamá de Mateo, contó que en las últimas horas su hijo tuvo que pasar nuevamente por el quirófano, y deberá permanecer boca abajo hasta el viernes porque se le termino de injertar los muslos en la parte posterior, lo que le faltaba. “Ya no queda nada para terminar de injertarlo, sólo falta la zona poplítea y los 4 dedos de la mano derecha, que los tuvieron que volver a intervenir”.
 
“El resto ya está completo. Mateo está bien de ánimo, contento de que ya todo esto está llegando a su fin. Quizás para diciembre, y si Dios quiere, ya podamos volver a casa siguiendo con las terapias necesarias para su recuperación. Es un nene muy fuerte me dicen los médicos, así que en unos años ya podrá hacer vida normal”, refirió Vanesa.
 
Al momento del accidente el niño se encontraba solo en la propiedad de su padre junto a sus hermanastros. “Quiso hacer fuego con nafta y se le resbaló el bidón”, narró Jaque a LMCipolletti. El pequeño cayó encima del combustible derramado y una chispa de la estufa a leña que tienen en la casa inició las llamas.
 
"Se prendió fuego desde los pies hasta el mentón", contó angustiada la madre. Solo la espalda del niño quedó sin quemarse, el resto sufrió lesiones de tipo B, dejando los músculos al descubierto. Rápidamente lo trasladaron al Hospital de Villa Regina, donde lo derivaron a la terapia intensiva de General Roca, que en épocas de Covid funciona en Allen.
 
Sin embargo, nada puede ser tan simple en épocas de Covid, ni siquiera las urgencias médicas. Minutos antes de embarcarse al primer vuelo de Neuquén a la Capital Federal, los resultados de los hisopados protocolares de madre e hijo dieron positivos. "Ese avión no estaba preparado para el traslado de pacientes Covid", dijo y recordó que el viaje fue postergado.
 
Finalmente, el 26 de julio, seis días después del accidente, Mateo pudo viajar con su padre al centro de salud porteño. Vanesa tuvo que esperar a cumplir con las dos semanas de aislamiento hasta que su resultado de Covid fue negativo y el 7 de agosto se encontró con su hijo nuevamente.

Allí, al llegar, las emociones no fueron de lo mejor. “Me dijeron que era muy difícil que se recupere, que no tenía chance de vida y que solo quedaba rezar”, contó Jaque. Allí se enteró que lo iban a extubar y que Mateo corría riesgo de que le amputen las dos piernas. “Tenía las piernas calcinadas literalmente. Tuvo mucha pérdida de masa muscular y de sus terminaciones nerviosas”, explicó.

Hoy Mateo está con tratamiento de injerto de glúteos y músculos inferiores.

"Tiene que estar boca abajo hasta que agarren los implantes y pueda empezar a sanar todo". Por parte de la familia esperan una lenta y larga recuperación, donde entre algunas cosas mateo tenga que volver a desarrollar nuevamente su capacidad de caminar.

Ahora está lúcido y hasta se ríe. De a poco se va adaptando a su nuevo día a día. Sin embargo, este tratamiento es de un gran costo, no solo por la internación, sino por los insumos necesarios para llevar adelante la regeneración de la piel y los tejidos musculares: "Cada venda me sale 1300 pesos y se la tengo que cambiar todos los días", admitió la madre y agregó: "Yo hoy los puedo tener, pero la recuperación es larga con cosas muy grandes y muy costosas".
Desde la familia están recibiendo ayuda y para donar:

Alias CBU. HIJA.AGUILA LEON Cta. 401752342545
CBU 00702548-30004017523452 Banco galicia
Cuil 27319866367

Pese a la situación que le tocó vivir, con COVID de por medio, Vanesa Jaque hoy se encuentra tranquila y sabe que solo la paciencia la hará salir de la situación. Es por eso que agradece cada ayuda económica, mensaje de aliento y muestra de amor que reciben a diario, tanto ella como Mateo.
 
 
“Dadas las heridas que tiene y el grado de atención que necesitaba consideraron que lo mejor era mandarlo al Hospital de Quemados de Buenos Aires, que es lo mejor que hay en el país”, contó Jaque.
 
 
LMCipolletti  / MediosDelAire