“La vacuna no impide que el virus entre en el cuerpo, sino que la enfermedad se desarrolle”

Así lo expresó Joan Pons,  enfermero voluntario de la vacuna de Oxford, que dio positivo para coronavirus. “Sin positivos no pueden saber la eficacia, finalizar la fase tres y comercializar la vacuna”, explicó.
 

Joan Pons Laplana, el enfermero que trabaja en el Hospital de Sheffield, al norte de Inglaterra, conocido por ser voluntario en las pruebas para la vacuna contra el coronavirus de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, dio positivo para Covid-19 mientras se desarrolla la fase final del estudio, una noticia muy esperada por los científicos a cargo de los ensayos.

“Quiero decirle a la gente que mi positivo no quiere decir que la vacuna no funciona. Sin positivos no pueden saber la eficacia, finalizar la fase tres y comercializar la vacuna.  La vacuna no impide que el virus me pueda entrar, lo que impide es que la enfermedad se desarrolle y ponga mi vida en peligro“, dijo hoy el enfermero de origen catalán en una entrevista telefónica con Medios del Aire, y continuó: “Yo creo que la vacuna puede parar este virus porque al cabo de un par de días no tuve ningún otro síntoma y he vuelto a la normalidad”.

Pons se ofreció como voluntario en junio pasado cuando la Universidad de Oxford pidió colaboración al personal de salud de los hospitales británicos. Actualmente, las pruebas para la vacuna de Oxford se encuentran en la fase tres, en donde se estudia y mide la eficacia de los anticuerpos para parar el virus Covid-19.

Pons contó que desde el 5 de junio, cada semana, se realizó hisopados y todos habían sido negativos, hasta la semana pasada que dio positivo. “Cada semana me hago un hisopado para ver si el virus me ataca, porque la única forma de saber si la vacuna es eficaz es que los voluntarios estemos en contacto con el virus. Eso ayudará a dar un paso adelante para acabar el estudio de la fase tres y que la gente de medicamentos pueda dar la licencia y que podamos tener la vacuna y tener la vacuna en el mercado”.

“La universidad de Oxford no escogió a cualquier voluntario, sino que fue a buscar personas  de alto riesgo de contagio como yo y mis compañeros de Inglaterra, que estamos día a día con el Covid, explicó el enfermero.
Los ensayos de Oxford y AstraZeneca comenzaron en junio pasado con la participación de más de 20.000 voluntarios, en su mayoría del Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, de los cuales algunos recibieron un placebo y otros la vacuna.

Se espera que la distribución de la vacuna comience a fin de año, aunque se priorizará a los mayores de 65 años, el personal sanitario y quienes tengan alguna vulnerabilidad.

“Yo creo que antes de Navidad la agencia de medicamentos puede darnos una licencia provisional, por eso digo que el principio y el fin no está lejos, pero que la gente no baje la guardia porque no es fácil vacunar a toda la población y se tardará al menos 12 meses en hacerlo. Con el 70 por ciento de la población vacunada podríamos empezar a salir sin anisedad y a decir que tenemos la batalla ganada al virus”, concluyó.