Jair Bolsonaro ha sido formalmente acusado por la Policía Federal de Brasil de malversación de fondos debido a la recepción indebida de joyas de alto valor, incluyendo un collar de diamantes, un anillo, un reloj y pendientes, regalados por el Gobierno de Arabia Saudí durante su mandato.
Estos artículos, valorados en 3,2 millones de dólares, fueron incautados en octubre de 2021 en el aeropuerto internacional de Sao Paulo en la mochila de un ayudante del Gobierno que regresaba de Riad.
La investigación también ha revelado presuntas actividades de lavado de dinero y asociación ilícita relacionadas con la venta no declarada de algunas de estas joyas en Estados Unidos. Figuras cercanas a Bolsonaro, como el exministro de Minas y Energía Bento Albuquerque, el exayudante de campo Mauro Cid, y asesores legales y portavoces del expresidente, han sido acusados en conexión con este escándalo.
En respuesta a las acusaciones, los implicados han negado cualquier irregularidad y han afirmado que las acciones tomadas estaban en conformidad con la ley. Fabio Wajngarten, portavoz de Bolsonaro, ha calificado las acusaciones como "arbitrarias e injustas", defendiendo que instruyó al expresidente a devolver los regalos al Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil.
El futuro de Bolsonaro ahora depende de las decisiones del fiscal general de Brasil, quien podría optar por presentar cargos formales basándose en las conclusiones de la investigación de la Policía Federal. Este escándalo plantea serias preguntas sobre la ética en el ejercicio del poder público y podría tener implicaciones legales significativas para el exmandatario brasileño.