La Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF) enfrenta una grave crisis tras un sabotaje coordinado que ha paralizado las líneas de trenes de alta velocidad (TGV). Este incidente ocurre en un momento crucial, a días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
La SNCF ha anunciado que el tráfico de los TGV está seriamente afectado debido a una serie de actos de vandalismo. La empresa describió estos incidentes como un "ataque masivo para paralizar la red", destacando que las conexiones entre París y las regiones del Oeste, Norte y Este del país son las más afectadas.
A través de la red social X, la SNCF informó que numerosos trenes fueron desviados o cancelados y pidió a los viajeros que pospongan sus desplazamientos y eviten las estaciones. A pesar de que uno de los actos de sabotaje fue frustrado, el servicio sigue profundamente perturbado.
Las autoridades francesas condenaron enérgicamente estos actos y han prometido reforzar las medidas de seguridad para prevenir futuros incidentes. Mientras tanto, la SNCF trabaja intensamente para restaurar el servicio y garantizar la seguridad de los pasajeros.
La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos eventos, preocupada por el impacto que podrían tener en la celebración de los Juegos Olímpicos de París. Las medidas de seguridad se incrementan en respuesta a la vulnerabilidad evidenciada por este sabotaje.
