El regreso de Marcelo Gallardo como técnico de River Plate argentino ha encendido la ilusión de los hinchas millonarios, quienes sueñan con conquistar la Copa Libertadores en la final que se celebrará en noviembre próximo en Buenos Aires.
Con un historial impresionante en el torneo continental, tanto como jugador (campeón en 1996) y como entrenador (campeón en 2015 y 2018), Gallardo es sinónimo de éxito en la Libertadores para la afición riverplatense.
Durante su presentación, acompañado por el presidente del club Jorge Brito, Gallardo expresó su entusiasmo por los desafíos que enfrenta en su regreso al club. Brito compartió el deseo de “tener una final en esta casa”, refiriéndose al Estadio Monumental, que tiene altas probabilidades de ser sede de la final de 2024.
River Plate ya está clasificado para los octavos de final del torneo, donde se enfrentará a Talleres de Córdoba. Gallardo se mostró motivado por los próximos partidos de eliminación directa, destacando que “eso nos estimula” y subrayando la importancia de prepararse adecuadamente para estos desafíos.
A pesar de no mencionar a su predecesor, Martín Demichelis, Gallardo reconoció el buen trabajo realizado por el equipo hasta ahora y enfatizó la necesidad de valorar y rescatar esos logros. Su enfoque para esta nueva etapa incluye “recuperar un espíritu general de club, de equipo”, buscando fortalecer tanto la identidad del plantel como la del club en su totalidad.
El retorno de Gallardo no solo renueva la esperanza de la afición de River Plate de levantar la Libertadores nuevamente, sino que también reafirma el compromiso del club con la excelencia y la búsqueda constante de la gloria en el fútbol sudamericano.