Walter Cortés fue hallado culpable de violencia laboral hacia dirigentes del gremio Soyem. La Justicia ordenó que sus encuentros con el sindicato sean filmados y cuenten con un conciliador.
El intendente de Bariloche, Walter Cortés, fue condenado por la Cámara Primera del Trabajo de la ciudad tras ser declarado culpable de violencia laboral contra dirigentes del gremio municipal Soyem. El fallo le impone la realización de un curso sobre prevención de la violencia laboral y de género, y dispone que todas sus futuras reuniones con los denunciantes sean registradas en video y supervisadas por un conciliador laboral.
La causa se remonta a una reunión del 12 de marzo, en la que seis miembros de la comisión directiva del gremio denunciaron haber sido víctimas de agresiones verbales por parte del intendente. Entre los testimonios, se detalló cómo Cortés increpó de manera intimidante a la secretaria adjunta del gremio, María Fernanda Alonso, y lanzó fuertes insultos contra los trabajadores municipales, acusándolos de ser "vagos" y asegurando que "los iba a hacer mierda".
Los jueces Juan Lagomarsino, Alejandra Autelitano y Alejandra Paolino firmaron la condena, señalando que Cortés no ofreció una negativa clara respecto de los hechos y sus respuestas evasivas fueron tomadas en su contra. En la resolución, la jueza Autelitano calificó la conducta del intendente como una forma de violencia laboral e institucional que vulnera los derechos humanos y la dignidad de las personas.
En su defensa, Cortés negó las acusaciones y describió el encuentro como una reunión acalorada y espontánea, sin intención de ofender. Sin embargo, el fallo ha provocado una rápida repercusión política en Bariloche, donde ya se estudia la posibilidad de un juicio político que podría llevar a su destitución.