En la Residencia de Olivos, Javier Milei agradeció a los 87 diputados que respaldaron el veto presidencial a la reforma jubilatoria. Cada comensal pagó $20.000 por su plato, según aclaró el Gobierno. Entre los presentes, hubo radicales que fueron suspendidos por cambiar su voto.
El presidente Javier Milei reunió a los 87 diputados que apoyaron el veto a la reforma jubilatoria en un asado en la Residencia de Olivos. El evento, celebrado en el quincho de la residencia, tuvo un costo de $20.000 por persona, según informaron fuentes gubernamentales. Los legisladores invitados pertenecían al partido oficialista La Libertad Avanza, junto con miembros del PRO, UCR y partidos provinciales.
La cena, que comenzó a las 20:30 horas, fue un gesto de agradecimiento de Milei hacia los legisladores que permitieron frenar la ley que había sido aprobada en ambas cámaras. Esta reforma había generado tensiones dentro del oficialismo y la oposición, con el Gobierno argumentando que la medida afectaba su política económica de superávit fiscal. Durante la votación, la oposición no logró los dos tercios necesarios para ratificar la ley, gracias a la postura favorable de estos diputados al veto presidencial.
Entre los invitados al asado, se destacó la presencia del diputado radical Mariano Campero, uno de los cuatro legisladores que rompió con la línea de su bloque para apoyar a Milei. Esta acción provocó la suspensión de los derechos partidarios de los radicales disidentes, generando fuertes críticas dentro de la UCR. Dirigentes como Alfredo Cornejo y Rodrigo de Loredo calificaron las sanciones como "irresponsables" y contrarias a la pluralidad del partido.
El asado, además de un gesto político, también dejó en evidencia las divisiones internas dentro de los bloques opositores, en especial la UCR, donde las decisiones tomadas en torno al veto a la reforma jubilatoria siguen generando controversias y debates.