Desde este martes, rige un aumento en los precios del bioetanol y el biodiésel, insumos clave para el corte de combustibles. La suba apunta a evitar “distorsiones” en los costos, aunque podría reflejarse en el valor en surtidor.
El Gobierno actualizó los precios del bioetanol y biodiésel, componentes esenciales en la mezcla de nafta y gasoil, lo que podría traducirse en un incremento de los combustibles en surtidor. Las resoluciones 2 y 3, publicadas este martes en el Boletín Oficial por la Secretaría de Coordinación de Energía y Minería, establecen un precio de $670,564 por litro para el bioetanol de caña de azúcar, $614,596 para el de maíz y $1.004.562 la tonelada de biodiésel, representando un alza del 2%.
El ajuste responde, según el texto oficial, a la necesidad de corregir desfasajes en los costos de producción y evitar efectos “distorsivos” en los precios del combustible fósil. La medida se suma a un aumento en los biocombustibles a inicios de octubre y anticipa otro ajuste en noviembre, estimado en un 5% debido a la evolución del crudo Brent y la inflación de octubre.
La actualización era un reclamo del sector petrolero, en alerta por la falta de un ajuste adecuado en los precios del biodiésel, situación que, según la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FaSiPeGyBio), amenaza la continuidad de la industria y el empleo en varias provincias. Advirtieron que el costo de producción está actualmente por encima del precio de venta, comprometiendo el abastecimiento de biocombustibles.
De no haberse concretado este incremento, FaSiPeGyBio había previsto movilizaciones, en un contexto en el que, según el sector, el impacto de la devaluación y otros costos exigían una revisión urgente para evitar una “parálisis” de la producción de biodiésel en el país.