Al menos siete personas, incluidos cinco niños, perdieron la vida en un atentado cerca de una escuela secundaria en la localidad de Kanak, en el distrito de Mastung, en Baluchistán, Pakistán. Este ataque ha conmocionado a la comunidad y refleja el deterioro de la seguridad en una región marcada por la actividad de grupos extremistas y separatistas baluches, que han incrementado sus operaciones en los últimos años.<br /> <br /> El ministro principal de Baluchistán, Sarfaraz Bugti, condenó enérgicamente el ataque, subrayando la crueldad de dirigirse contra "niños inocentes y trabajadores". Bugti prometió que se hará justicia por las víctimas y envió condolencias a las familias afectadas. Este pronunciamiento destaca la preocupación de las autoridades locales ante el aumento de la violencia.<br /> <br /> Baluchistán, una provincia que ha sido blanco de numerosos ataques en meses recientes, continúa siendo un foco de tensión. Grupos extremistas que operan en la región han intensificado sus acciones, en un contexto de demandas por mayor autonomía y la independencia de la provincia. Este ataque, que impacta especialmente en la población civil, plantea serios desafíos para la seguridad y estabilidad en la zona.<br /> <br /> El trágico suceso subraya la urgente necesidad de abordar la violencia y la inseguridad en Pakistán, así como la protección de los más vulnerables, en un país donde la educación y la paz son cada vez más frágiles.