Las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre de 2024 se anticipan como un enfrentamiento de magnitudes históricas. En una nación profundamente dividida, el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris se han erigido como los principales contendientes, cada uno representando visiones diametralmente opuestas sobre el futuro del país.<br /> <br /> Mientras Trump apuesta por un discurso incendiario y nacionalista, Harris, con un perfil moderado pero firme, busca consolidar el legado de la administración Biden y ofrecer un giro progresista a las políticas del país.<br /> <br /> Trump, quien terminó su mandato en 2021 con el recuerdo del asalto al Capitolio y la polarización extrema, se presenta como la respuesta de los votantes desilusionados con las élites políticas de Washington.<br /> <br /> En sus intervenciones públicas, promete una lucha sin cuartel contra la inmigración ilegal y las políticas progresistas que, según él, amenazan la identidad estadounidense. A pesar de su histórico juicio político y los intentos de asesinato que sufrió este año, Trump mantiene una sólida base de apoyo que lo posiciona como favorito en varias encuestas.<br /> <br /> Por su parte, Kamala Harris se enfrenta al desafío de ser vista como la heredera del legado de Joe Biden, tras la decisión de éste de no buscar la reelección. Su discurso se centra en la justicia social, la reforma policial y la defensa del derecho al aborto, temas que la enfrentan directamente a los republicanos.<br /> <br /> De ser elegida, Harris rompería un nuevo techo de cristal, convirtiéndose en la primera mujer de color en ocupar la presidencia. Sin embargo, su campaña aún enfrenta desafíos en los estados clave, donde las encuestas reflejan una lucha cerrada con Trump.<br /> <br /> Con elecciones programadas para el 5 de noviembre de 2024, y una inauguración presidencial prevista para el 20 de enero de 2025, la nación se prepara para un ciclo electoral que podría redefinir su rumbo en el escenario mundial.<br /> <br /> Mientras tanto, las elecciones locales y legislativas también jugarán un papel crucial en la configuración del futuro político del país, desde los gobiernos estatales hasta el Congreso. La pregunta es clara: ¿quién saldrá victorioso en una de las contiendas más polarizadas y decisivas de la historia de Estados Unidos?<br />