El Gobierno oficializó la disolución de ENOHSA, encargado del acceso al agua potable en el país. La medida se hará efectiva en 30 días.
El Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), responsable de la planificación y administración de obras hídricas, será disuelto en un plazo de 30 días, según se anunció en el Boletín Oficial este jueves.
La medida había sido anticipada en octubre por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien definió al organismo como “un antro de corrupción”.
De acuerdo con el Decreto 1020/2024, el Gobierno justificó la disolución de ENOHSA argumentando la necesidad de reducir la duplicación de funciones entre organismos y de mejorar la coordinación en la administración de recursos hídricos.
Según el Ejecutivo, esta decisión permitirá una gestión más centralizada y ágil en obras y proyectos.
Caputo: “ENOHSA elude el control de gasto”
El ministro Caputo criticó duramente el funcionamiento de ENOHSA, asegurando que el organismo “elude el control de gasto que existe en la Administración Central”. También comparó al ente con los fondos fiduciarios y universidades, en cuanto a la falta de fiscalización.
Caputo argumentó que el organismo fue originalmente creado para realizar unas pocas obras y luego se transformó en una “duplicidad” sin sentido administrativo, según él, beneficiándose de su posición al margen del control estatal.
Respuesta del sindicato sanitarista
El Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS), que agrupa a los trabajadores de ENOHSA, reaccionó enérgicamente a la disolución. Según el sindicato, el organismo ha sido fundamental para asegurar el acceso al agua potable y saneamiento en todo el país, especialmente en regiones vulnerables donde el sector privado no invierte.
En un comunicado, destacaron la gravedad de la medida, que podría afectar a millones de argentinos, y advirtieron sobre el impacto en más de 200 trabajadores, quienes ya enfrentaron una reducción del 35% en el personal.
El secretario general de SGBATOS, José Luis Lingeri, señaló que la disolución de ENOHSA supone “un golpe brutal” no solo para los trabajadores, sino para los argentinos que aún carecen de acceso al agua potable. Para el sindicato, desmantelar el ENOHSA representa un retroceso en el acceso universal al agua y al saneamiento.