El Gobierno presentó al Congreso un paquete legislativo para reformar el sistema electoral argentino. Uno de los proyectos busca eliminar las PASO, mientras que el otro propone modificar la ley Orgánica de Partidos Políticos y actualizar el régimen de financiamiento electoral. Según el Ejecutivo, estas medidas buscan reducir el gasto público en campañas y optimizar el proceso electoral.
La propuesta ha generado controversias entre los bloques políticos. Desde el oficialismo destacan que la eliminación de las PASO podría simplificar el calendario electoral y reducir costos. Sin embargo, sectores de la oposición advierten que esto podría limitar la participación interna de los partidos y afectar la representación democrática.
En cuanto al financiamiento político, el proyecto incluye medidas para transparentar y controlar los aportes de campaña, en un intento por evitar irregularidades. La reforma también propone nuevas reglas para la distribución de recursos entre las fuerzas políticas, algo que ha generado expectativas y tensiones entre los distintos espacios partidarios.
Para que los proyectos avancen, el Ejecutivo deberá construir amplios consensos en ambas cámaras del Congreso. Las negociaciones prometen ser complejas, ya que la oposición ha anticipado resistencias a algunos puntos clave de la reforma. La discusión se perfila como uno de los grandes debates legislativos del año.