El expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica reveló que el cáncer de esófago que padece se expandió a su hígado. En una entrevista íntima, dejó un emotivo mensaje de despedida a sus compatriotas y expresó su deseo de vivir en tranquilidad en su chacra.
José “Pepe” Mujica, de 88 años, confirmó que el cáncer de esófago que enfrenta se ha extendido a su hígado, limitando las posibilidades de tratamiento. En una entrevista con la revista uruguaya Búsqueda, el exmandatario expresó su aceptación frente a la enfermedad y dejó reflexiones que conmueven.
“Que me pichicateen y cuando me toque morir, me muero. Así de simple como te lo digo. Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”, expresó Mujica, quien decidió no continuar con los tratamientos debido a su edad avanzada y su delicado estado de salud.
En un mensaje cargado de afecto y humildad, Mujica se despidió de sus compatriotas: “Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas. Es fácil tener respeto para los que piensan parecido, pero hay que aprender que el fundamento de la democracia es el respeto a los que piensan distinto. Por eso, les doy un abrazo a todos”.
Mujica, quien ha enfrentado la vida con valentía desde su juventud como guerrillero tupamaro hasta su rol como líder político, cerró la entrevista con un pedido: “Lo que pido es que me dejen tranquilo. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”.
El exmandatario había anunciado meses atrás que padecía un tumor en el esófago y que enfrentaba dificultades para someterse a tratamientos por su avanzada edad y una enfermedad inmunológica que afecta sus riñones. “Esta vez, la parca parece venir con la guadaña en ristre, y veremos lo que pasa”, comentó en su momento.
Pepe Mujica deja un legado de humildad, respeto y compromiso con la democracia. Hoy, sus palabras resuenan como un recordatorio de la importancia de vivir con autenticidad, abrazar la paz y respetar las diferencias.
