Aerolíneas Argentinas amplía su flota.
Aerolíneas Argentinas lanzó recientemente su primer plan de inversión financiado con fondos propios e incorporará 18 nuevos aviones a su flota. Según la compañía, el objetivo es fortalecer su posición en el mercado local e internacional. Mientras tanto, el Gobierno ya tiene fecha para enviar el proyecto de privatización, tras un largo proceso de eficientización.
Desde el inicio de la nueva gestión se apuntó a optimizar el funcionamiento de la empresa, después de 15 años de déficit operativo, y a volverla más atractiva para el traspaso a manos privadas.
En 2025, Aerolíneas Argentinas no recibió ningún aporte del Tesoro Nacional por primera vez desde la recuperación estatal de su control accionario. Entre 2008 y 2023, registró pérdidas promedio de USD 400 millones anuales, una tendencia que se revirtió en 2024 con su primer resultado operativo positivo (EBIT), de USD 56,6 millones. Este año la compañía proyecta duplicar esa cifra.
Retiros voluntarios, cancelación de rutas que no generaban ganancias, aumento de frecuencias a los destinos más rentables, optimización de operaciones, cobro en la elección de asientos y cierre de sucursales fueron algunas de las medidas que se tomaron para revertir el rojo en su balance y alinearse con los estándares internacionales.
Se tomaron varias medidas para revertir el rojo en el balance de la aerolínea
En este contexto, respecto del envío al Congreso del proyecto de privatización, fuentes de Casa Rosada señalaron: “Seguramente sea parte de la Ley Bases II. Insistiremos con las empresas que no fueron autorizadas a privatizarse en la Ley Bases I”. Las fuentes añadieron que se prevé la presentación del texto ante el Congreso entre febrero y marzo de 2026.
Diputados de la oposición especificaron que se había ingresado un proyecto en octubre de 2024, pero nunca llegó al recinto. Por lo tanto, queda en foja cero y, si se decide retomarlo, habrá que reiniciar todo el trámite legislativo. “Quieren privatizarla después de probar que la aerolínea funciona muy bien en manos del Estado”, argumentan los opositores.
“En virtud del déficit crónico de Aerolíneas Argentinas, el Estado Nacional debió realizar, desde la estatización de la empresa hasta el día de hoy, aportes del Tesoro que ascienden aproximadamente a USD 8.000 millones”, justificó el Decreto 873/2024, que declaraba a la línea aérea sujeta a privatización.
La normativa también precisó: “El Poder Ejecutivo podrá optar, sin que esta enumeración pueda considerarse taxativa, por materializar la privatización por medio de: (i) la venta de los activos de la empresa, como unidad o en forma separada; (ii) la venta o colocación de acciones, cuota partes del capital social o de establecimientos o haciendas productivas en funcionamiento; (iii) la locación con o sin opción de compra; (iv) la administración con o sin opción de compra; (v) la concesión, licencia o permiso; o por la combinación de las modalidades mencionadas, entre otras”.
Vale recordar que el presidente Javier Milei había asegurado en octubre del año pasado que “si no se puede privatizar, estamos dispuestos a entregársela a los empleados”.
Con el triunfo en las elecciones de octubre, se espera que el oficialismo cuente con un mayor margen de negociación para definir el futuro de la aerolínea de bandera, que, ante los cambios mencionados, queda mejor posicionada para un eventual proceso de venta.
Días atrás, bajo la figura de leasing, la firma anunció la incorporación de 18 nuevas aeronaves en sus flotas Airbus y Boeing, junto a una inversión en asientos y conectividad de más de 65 millones de dólares.
