Este lunes, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Río Negro inició acampes en los principales edificios públicos de Roca, Bariloche y Viedma. La medida responde al rechazo al congelamiento salarial impuesto por el Ejecutivo Provincial y a la exigencia de renovar los contratos que vencen el próximo 31 de diciembre.
El secretario gremial de ATE, Romeo Aguiar, advirtió sobre el impacto de la política de "aumento cero". “Esta decisión golpea no solo a los bolsillos de los estatales, sino también a toda la comunidad, desfinanciando el sistema público de Salud y Educación, además de afectar otros organismos del Estado”, aseguró.
En el marco de la protesta, trabajadores estatales instalaron acampes en la sede de Rentas en Roca, la Función Pública en Viedma y en edificios de Bariloche, donde planean permanecer hasta Navidad. Como símbolo de su lucha, brindarán con agua, denunciando la precarización y la urgente necesidad de un ajuste salarial acorde a la inflación, informaron desde el gremio.
ATE también resaltó que la canasta básica de consumos mínimos en la región patagónica alcanzó los $1.514.000 al 31 de octubre, según un relevamiento mensual de su junta interna en el INDEC, lo que evidencia la grave crisis que enfrentan las familias trabajadoras.