A partir del 12 de septiembre, los empleados del Senado deberán registrar su ingreso y egreso mediante un sistema biométrico. La medida fue impulsada por la presidenta de la Cámara alta, Victoria Villarruel, para combatir a los "ñoquis".
El Senado de la Nación comenzará a utilizar un Sistema de Control de Presentismo por Datos Biométricos el 12 de septiembre, como parte de una medida impulsada por su presidenta, Victoria Villarruel. El sistema requerirá que los empleados de planta permanente y transitoria registren sus entradas y salidas mediante huellas digitales, con el objetivo de mejorar el control del presentismo y eliminar irregularidades en el cumplimiento de horarios.
La medida se enmarca en un decreto firmado por Villarruel, que busca atacar el problema de los "ñoquis", empleados que perciben su salario sin cumplir con sus obligaciones laborales. Durante el proceso de implementación, que comenzó el 10 de junio, 3507 empleados ya registraron sus huellas en los nuevos dispositivos instalados en las instalaciones del Senado.
Quedan exceptuados de este nuevo sistema los empleados de los despachos de senadores que trabajan en los bloques partidarios, choferes y el personal de taquigrafía. Estas áreas seguirán utilizando sistemas tradicionales de control de asistencia.
En caso de fallas en los dispositivos biométricos, los empleados deberán firmar planillas de asistencia, que serán revisadas por el Departamento de Control de Asistencia de la Dirección de Administración de Personal.