Un ataque con drones lanzado por Hezbollah contra una base israelí en Haifa dejó cuatro soldados muertos y más de 60 heridos. El gobierno de Israel respondió con amenazas de represalias contra Líbano en medio de la escalada del conflicto.
El grupo islamista libanés Hezbollah lanzó un ataque con drones este domingo contra una base militar en Haifa, al norte de Israel. La ofensiva dejó un saldo de cuatro soldados israelíes muertos y más de 60 heridos, de los cuales siete se encuentran en estado grave. En respuesta, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió con una represalia devastadora si Líbano no se libera del control de Hezbollah.
El ataque fue dedicado a Hasan Nasralá, exlíder de Hezbollah, asesinado en un bombardeo israelí en septiembre. Hezbollah advirtió que este bombardeo es solo el comienzo si Israel continúa con sus acciones militares en la región. Mientras tanto, combates entre el ejército israelí y milicianos del grupo islamista se intensificaron en las aldeas fronterizas, donde ambas fuerzas se enfrentaron en violentos choques.
Este nuevo episodio de violencia en el norte de Israel se produce en el contexto de una escalada bélica en Medio Oriente. Desde finales de septiembre, el ejército israelí ha intensificado los bombardeos contra Hezbollah, que se unió al conflicto en apoyo a Hamás, el grupo palestino que gobierna Gaza. Solo en Líbano, las represalias israelíes han causado más de 1.300 muertos desde el inicio de la ofensiva.
Con este último ataque, el conflicto entre Israel y Hezbollah continúa escalando, dejando a la región en un estado de tensión máxima, mientras las bajas civiles y militares se multiplican en ambos lados de la frontera.
