TRES JÓVENES SALVARON A UN PERRO ATRAPADO EN COMPUERTAS

En la madrugada del 25 de diciembre, tres jóvenes de 18 años se convirtieron en héroes al rescatar a un perro que se encontraba atrapado entre las compuertas del canalito en la intersección con la calle San Juan, en Roca. La hazaña, que duró más de 30 minutos, evitó lo que habría sido un trágico final para el animal.  
 

Victoria, una de las protagonistas del rescate, relató cómo Jesuan, uno de sus amigos, se trepó a la compuerta para sacar al perro mientras ella y Julián distraían al animal para que no lo mordiera. "Estaba muy asustado y lo intentó morder muchas veces, pero con paciencia y confianza logramos salvarlo", contó.  

 
El perro, que inicialmente parecía muerto, reaccionó al movimiento y fue sacado del agua tras ser agarrado de la nuca. "Una vez en el pasto, salió corriendo desorientado y asustado por la calle San Juan en dirección a las vías", añadió Victoria.  
 
El rescate fue registrado en video y enviado a la asociación Rescate Animal No Humano (Ranhu), que busca ayudar a animales en situaciones críticas. Según Victoria, el perro estaba bien alimentado y no tenía collar, por lo que probablemente tenía dueño, aunque hasta ahora nadie lo ha reclamado.  
 
La situación del perro rescatado es solo un ejemplo del impacto de la pirotecnia en los animales. Según Ranhu, durante las celebraciones del 24 y 25 de diciembre se reportaron 25 perros y 10 gatos perdidos en la zona, de los cuales cinco cayeron al canal, dos murieron y dos sufrieron fracturas expuestas. Además, algunos animales padecieron ataques de epilepsia.  
 
Desde la asociación han exigido medidas más estrictas al municipio y denunciaron la venta de pirotecnia no autorizada en locales de la ciudad. "A pesar de las prohibiciones, la irresponsabilidad sigue dañando a los animales y arruinando momentos familiares", manifestaron en redes sociales.  
 
El heroico acto de estos jóvenes resalta la importancia de la empatía hacia los animales y la necesidad de redoblar esfuerzos para evitar que sigan siendo víctimas de situaciones evitables como las provocadas por la pirotecnia.