La Teoría de Cisne Negro fue desarrollada por Nassim Nicholas Taleb en su libro de 2007 para explicar la aparición de aquellos fenómenos inesperados que generan un efecto disruptivo en la vida. En el marketing político nos lo apropiamos para intentar explicar situaciones inesperadas que alteran el status quo de una campaña electoral o una gestión de gobierno.
El reciente fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, impidiéndole al gobernador Alberto Weretilneck aspirar a un nuevo mandato, promediando el último tramo de la campaña, configura un evento del tipo ‘cisne negro’.
Qué el candidato que lidera en las encuestas deba ser cambiado a escasos días de la elección es equivalente a la caída de un jinete del caballo que encabezaba el pelotón, faltando pocos metros para cruzar el disco. El caballo puede seguir solo y aun así ganar la carrera o bien puede que se frene y quede parado en el lugar del desafortunado evento. Uno no puede predecir lo que pasará.
Esto pone a Juntos, sin lugar a dudas, en una situación de debilidad. Acaba de perder su mayor activo electoral, su hombre más conocido y más valorado por el electorado.
Una lógica respuesta al evento hubiera sido reemplazarlo por su segundo hombre más conocido y también bien valorado por el electorado, el vicegobernador Pedro Pesatti. Pero, desafiando esa lógica, el partido del gobierno -seguramente aconsejado por su líder, que no por nada se ganó el mote de ´el brujo´- decide ubicar allí a la candidata a vice, Arabella Carrera, secundada por el legislador roquence Alejandro Palmieri.
Es una jugada muy arriesgada, no así descabellada. Y encuentra además, en el marketing político, también mucha bibliografía que la justifica.
Ni Carrera ni Palmieri gozan del nivel de conocimiento ni de la imagen que ostentan Weretilneck y en menor medida Pesatti. Ese es un hecho insoslayable. Una debilidad. Pero ambos tienen una característica que es fundamental a la estrategia trazada originalmente: su perfil ideológico no es asociable con el kirchnerismo. Y ese hecho es fundamental para retener el voto antikirchnerista que en buena medida abandonó a la candidata de Cambiemos para refugiarse en Juntos, considerándolo el instrumento más útil para impedir la victoria del candidato de Cristina en Río Negro, Martín Soria.
Una de las máximas del marketing político reza que “la estrategia lo es todo”. Se pueden cambiar muchas cosas en una campaña, pero la estrategia no. Ella debe guiar la misma desde el principio hasta el final. Por eso es fundamental que la misma esté bien planteada de origen, porque si es errónea conducirá inexorablemente a la derrota.
Juntos se mantuvo firme en la estrategia. Al elegir a Carrera resigna 'instalación' por 'posicionamiento' sabiendo que éste es una pata fundamental de la misma. Ahora tendrá que trabajar fuertemente en hacer conocer en cada pueblo a los candidatos elegidos, para instalar ese perfil posicional y mantener a los votantes que consiguió en el proceso, impidiendo que vuelvan a abrevar a sus fuentes originales.
Otra gran jugada táctica, que hace a la estrategia original de Juntos, fue reforzar el discurso federal. Con la movida mediática y militantes del #Albertazo y #Rionegrazo que inundó las redes sociales de mensajes e imágenes que mostraban la fuerte movilización en muchos pueblos, convirtió la debilidad en que lo dejó la medida de la Corte en una fortaleza discursiva. La construcción del relato federalista anti unitario porteño.
Veremos si estas dos jugadas tácticas sirven para atenuar la bajada del líder, e incluso hasta poder aspirar a ampliar aún más la ventaja ya lograda. No podemos predecir lo que pasa luego de la aparición de un Cisne Negro.
Párrafo aparte para lo sucedido con el vicegobernador Pedro Pesatti y su honesta y legítima ilusión de ocupar el lugar de privilegio en la fórmula.
Pese el sentimiento de frustración que pueda sentir en este momento, no fueron todas pérdidas para él. El "operativo clamor" que se instaló espontáneamente en gran parte de la provincia en apoyo a su candidatura tuvo un pico de adhesión muy alto en la capital rionegrina, su ciudad natal, lo cual -si quisiera- le permitiría explorar otros caminos alternativos de cara al futuro, por ejemplo la candidatura a intendente de Viedma, donde desde el año pasado venimos realizado mediciones de imagen e intención de voto que lo ubican al top del ranking de la lista de posibles candidatos. Y al top, lejos.
No podemos predecir lo que pasa luego de la aparición de un Cisne Negro. Pero me entusiasma poder verlo y seguir aprendiendo.