Las sorprendentes revelaciones derivadas de los cuadernos de las coimas y el nuevo paso de Cristina Kirchner por los tribunales no son por ahora suficientes como para dar por terminada la hipotética carrera electoral de la exmandataria de cara a los comicios presidenciales de 2019. Sin embargo, contribuyen a consolidar o incluso disminuir su techo electoral.
La última encuesta de D'Alessio Irol-Berensztein, realizada entre 823 personas mayores de 18 años de todo el país, luego de que se hiciera público el contenido de los cuadernos del chofer Oscar Centeno , indica que para el 56% de los encuestados Cristina Kirchner debería ir presa, mientras que el 38% sostiene lo contrario y el 6% no sabe o no contesta.
Esos números, sin embargo, encierran otro dato relevante: entre los votantes del kirchnerista Frente para la Victoria , sólo dos de cada diez personas creen que la expresidenta tendría que ser detenida, en tanto siete de ellas consideran que debe ser absuelta y una dice que no sabe o no responde. Entre los votantes de Cambiemos , en cambio, nueve de cada diez sostienen que Cristina Kirchner debería ir presa.
Según el mismo sondeo, el 47% considera que la expresidenta fue total o parcialmente la organizadora de todo el sistema de corrupción que destaparon los cuadernos de Centeno , en tanto que el 43% juzga que ella no fue quien lo organizó.
En sintonía con los números precedentes, otras consultoras de opinión pública indican que la imagen positiva de Cristina Kirchner habría descendido algo desde que tomó estado público la causa de los cuadernos , pero también señalan que su núcleo duro de votantes se mantiene bastante sólido, en torno del 25%. Se trata de un piso importante como para participar en cualquier contienda electoral, aunque difícilmente suficiente como para pensar en que pueda volver a la Casa Rosada.
Lo cierto es que Cristina Kirchner continúa siendo, y probablemente lo será por bastante tiempo más, el eje de cualquier reacomodamiento dentro del peronismo. Intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires que solo piensan en su propia reelección creen que la candidatura presidencial de Cristina es la que mayor porcentaje de votos traccionaría para ellos, aun cuando no tenga chances de ganar la elección nacional.
Pero del mismo modo hay dirigentes del justicialismo que si hasta hace poco no desechaban la posibilidad de un acuerdo electoral con el kirchnerismo , habida cuenta de que la exjefa del Estado venía subiendo en las encuestas de intención de voto, hoy advierten, con los testimonios sobre coimas que día tras día contribuyen a deshojar el relato cristinista, que esa alianza está dejando de ser conveniente.
Definitivamente, Cristina Kirchner encontrará serias dificultades para crecer más allá de su núcleo duro de seguidores. Pero conserva buenas probabilidades de mantenerlo, en tanto esa cuarta parte del electorado parece seguir comprando su discurso de que es víctima de una persecución política, judicial y mediática, y no se muestra impactado por las revelaciones de los cuadernos del chofer de Roberto Baratta , como anteriormente no se inmutó ante los casi cinco millones de dólares que aparecieron en una caja de seguridad de Florencia Kirchner ni ante los nueve millones que ocultaban los bolsos del exsecretario de Obras Públicas José López .
El problema, entonces, lo sigue teniendo un peronismo que aspira a librarse del lastre kirchnerista, pero advierte que Cristina sigue dividiendo a la oposición y es funcional a las aspiraciones electorales de Mauricio Macri y el oficialismo. Porque, lejos de buscar la proscripción de la expresidenta, como intenta hacer creer el kirchnerismo, el grueso de los dirigentes de Cambiemos celebra cada vez que Cristina sale al ring.