¿Qué país somos? El del dólar tan deseado como cíclicamente desbocado, sí, pero también el que apenas valora lo hecho por presidentes honestos como lo fueron Arturo Frondizi, Arturo Illia o Raúl Alfonsín. ¿Qué los tres se fueron antes de tiempo? Claro, pero irse antes no siempre es peor que quedarse para siempre, que es a lo que apuntó el matrimonio Kirchner , no sin cierto éxito: el país está repleto de calles, avenidas, puentes, edificios y monumentos con el nombre de Néstor Carlos Kirchner . Si hasta el torneo de fútbol de primera división llevó su nombre.
Cuadernos de la corrupción mediante, la ola contraria está ganando fuerzas. Curioso: el aldabonazo inicial lo dio la Asamblea Nacional ecuatoriana al aprobar remover de la sede de la agonizante UNASUR la estatua de Néstor. Lenín Moreno , el presidente ecuatoriano , debe decidir ahora qué hacer con esa mole. Mucho más sencillo lo suyo que lo de Mauricio Macri, al que muchos de sus votantes le piden que cambie ya el nombre del ex Correo Central, hoy Centro Cultural Kirchner y uno de los edificios más bellos del país. Podría llamarse Frondizi, Illia o Alfonsín, Se llama CCK. Y debe ser por algo que el gobierno se cuida aún muy mucho de siquiera plantear rebautizarlo.