El Comité de Ética de la UCR decidió expulsar a Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat, tres diputados nacionales que respaldaron los vetos presidenciales de Javier Milei en el Congreso. La decisión generó un profundo debate interno sobre las alianzas políticas y la identidad partidaria.
La Unión Cívica Radical justificó la expulsión argumentando que los legisladores "traicionaron los principios del partido" al apoyar iniciativas contrarias a la línea política de la UCR, como los vetos a la reforma jubilatoria y el financiamiento universitario. Según el Comité de Ética, estas acciones "causan dolor, confusión e incredulidad en la sociedad".
El comunicado también señala que los diputados expulsados se reunieron en Casa Rosada con funcionarios del Gobierno antes de cambiar su postura. El Comité calificó este acto como un "cambio de bando", sugiriendo que podría haber motivos cuestionables detrás de estas acciones.
La expulsión refleja las tensiones internas dentro del partido. Otros legisladores radicales también fueron cuestionados por dividir el bloque o mostrar acercamientos al oficialismo. Estas divisiones debilitan aún más a la UCR en un contexto político polarizado.
La resolución concluye con un llamado a la reflexión dentro del partido, destacando la necesidad de recuperar su identidad histórica y reforzar sus principios en un escenario político donde las alianzas y divisiones son cada vez más visibles.
